Poema 1

Lo Sin Razón

Lo sin razón es comprensible,
en gran medida,
pero lo que no entiendo
es por qué me causa una herida,
como si mi propio ser me estuviera consumiendo
es ilógico depreciar una cara de la misma moneda.

¿Ser animales es nuestra naturaleza?
¿Acaso mi esencia debe ser estar fingiendo?
Ser racional me está carcomiendo,
la injuria de no saber
si soy yo quien está viviendo.

Lo sin razón es comprensible, en que

Para mí, un intelectual entendible,
es natural salir de compostura;
pero no debería herirme
si sé que viene la aguja.
¿Debo reprochar a un león
sus matanzas y luchas sin brújula?

La noche caminando, apaciguarte era,
pero un viento torrencial apedrea mi alma.
¿Por qué me quieres herir
si acobijarme es tu tarea?
Tal vez los fríos años de invierno,
y el abrigo que no me queda,
la voz que carraspea
evitan que al niño que tiritea veas.

El frío y el sepulcro me jadean;
prefiero pudrirme a madurar,
por irónico que sea.
A tu espalda me aferro y a tu pierna,
aunque te doble en tamaño, tu sombra me amedrenta.
¡Cómo evitamos el “transcurrir”
que nos acarrea!
Si nos persigue diciendo,
“escalar es cadena perpetua,
y al quejumbroso se le abuchea.”
Al sin capacidad, con fuerza lo ajetrean.

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